Los Boston Celtics están a un partido de transformarse en el primer equipo de la historia en remontar una serie de Playoffs NBA en la llegaron a estar 3-0 abajo. Los dirigidos por Joe Mazzulla ya lograron igualar las Finales del Este ante Miami Heat en tres triunfos por lado y este lunes tendrán la gran oportunidad de pasar a los libros grandes del deporte estadounidense.
Claro que para la ciudad de Boston, esa remontada no sería nada nuevo. Y es que casi dos décadas atrás, sus habitantes vivieron una serie similar pero en la MLB, con sus Red Sox, quienes se transformaron en 2004 en el primer equipo en levantar un 0-3 en la postemporada de las Grandes Ligas, nada menos que ante sus archirrivales: los New York Yankees.
En ese caso, los Red Sox no solamente transformaron un 0-3 en un 4-3, sino que luego celebraron su primera victoria en la Serie Mundial desde 1918, tras barrer en la definición a los St. Louis Cardinals por 4-0. ¿Pasará algo similar en el Celtics-Heat o habrá una respuesta inesperada de Miami en el séptimo partido?
La remontada de Boston y su antecedente MLB
Aquellos Red Sox de la temporada 2004, con Terry Francona a la cabeza, vencieron a los Anaheim Angels por 3-0 en su primer cruce de postemporada, para luego chocarse con los New York Yankees en la serie que debía dirimir al campeón de la Liga Americana.
Dos equipos que no solo comparten una de las rivalidades más intensas del deporte norteamericano, sino que además venían de disputar una emocionante serie en 2003, con triunfo de los Yankees por 4-3, en un séptimo duelo que se fue a extra innings (11) y terminó con un memorable cuadrangular de Aaron Boone para decretar el triunfo neoyorquino.
Un año después, los Yankees parecían destinados a repetir la historia. Ganaron los primeros dos partidos como locales, por 10-7 y 3-1, mientras que masacraron a los Red Sox en el tercer duelo, ya en Boston, por un impactante 19-8.
3-0 y una victoria humillante en el tercer duelo... La situación era prácticamente idéntica a la de los Celtics, luego de aquel Partido 3 en Miami que volvió a despertar rumores de traspaso para Jaylen Brown, de despido de Mazzulla y de final de una etapa.
Pero como su contraparte NBA, los Red Sox pudieron salir de un hoyo que parecía no tener fondo.
New York tomó ventaja de 2-0 en el cuarto partido y se imponía por 4-3 en la novena entrada, con el habitualmente infalible Mariano Rivera en la loma. Sin embargo, esta vez el cerrador panameño no pudo hacer su trabajo: base por bolas a Kevin Millar e instantes más tarde, sencillo remolcador de Bill Mueller para que Dave Roberts (corredor emergente) estampara el 4-4 en el marcador.
El partido se cerró en la 12ª entrada, con un cuadrangular de David Ortiz contra Paul Quantrill, que empezó a cambiar el destino de esa temporada. Y, quizá, de la franquicia de Boston en general.
October 17, 2004
— Boston Sports Info (@bostonsportsinf) October 17, 2022
Bill Mueller
Singles off Mariano Rivera, knocking in Dave Roberts to tie the game in the 9th and David Ortiz wallops a 2-run HR in the 12th as the Sox win (6-4) and avoid getting swept by the NY Yankees
Just doesn’t get any betterpic.twitter.com/QxHzaxjt92
El quinto partido fue todavía más dramático. Los Yankees se imponían en Fenway por 4-2 hasta la octava entrada, pero un cuadrangular del propio Ortiz y un volado de sacrificio de Jason Varitek igualaron la historia en 4 carreras por lado.
El duelo recién se definió en la 14ª entrada, gracias a un sencillo de -¿quién más?- David Ortiz, que trajo a home a Johnny Damon. 3-2 y de regreso a New York.
🗓 October 18, 2004
— Beyond the Monster (@BeyondtheMnstr) October 18, 2022
“Damon running to the plate and he can keep on running to New York” - Joe Buck
David Ortiz drives Johnny Damon home with 2 outs in the bot. of the 14th inning!
The Red Sox walk-off the Yankees 5-4 in Game 5 of the ALCS!
pic.twitter.com/ctNhawn1X3
Con el impulso de las dos victorias sufridas conseguidas en Boston, los Red Sox fueron claramente superiores en los dos encuentros decisivos en el Yankee Stadium. En el sexto se impusieron por 4-2, gracias a una obra maestra de Curt Schilling, quien apenas permitió una carrera en siete entradas, a pesar de disputar el partido con una lesión en el tobillo derecho. Su calcetín ensangrentado quedó como uno de los símbolos de aquella inolvidable serie.
Ya con el cruce 3-3, Boston tuvo su victoria más cómoda en el séptimo partido: gran tarea de Derek Lowe en la loma y de Johnny Damon al bate (un sencillo y dos cadrangulares para impulsar seis carreras), durante una padriza que terminó con un 10-3 de marcador final.
En 2004, los Red Sox hicieron lo imposible. Y 19 años más tarde, sus vecinos Celtics quieren repetir la historia.